Hablar de sexualidad con naturalidad aún es un desafío para muchas personas, y cuando se trata de temas como la anorgasmia, el silencio y la desinformación suelen reinar. Pero ponerle palabras a lo que sentimos es el primer paso para sanar, entendernos y vivir una sexualidad más plena.
¿Qué es la anorgasmia?
La anorgasmia es la dificultad recurrente o permanente para alcanzar el orgasmo, incluso cuando hay deseo, excitación y estimulación. Afecta tanto a mujeres como a hombres, aunque es más común en mujeres y suele pasar desapercibida o normalizarse por vergüenza, desconocimiento o presión social.
¿Es una enfermedad?
No. La anorgasmia no es una enfermedad, sino una condición sexual que puede tener múltiples causas: físicas, emocionales, psicológicas o incluso culturales. En la mayoría de los casos, es tratable y mejorarla depende de conocernos mejor y de un entorno libre de juicios.
¿Por qué ocurre?
Algunas causas posibles son:
- Educación sexual deficiente o basada en tabúes
- Ansiedad, estrés o depresión
- Experiencias sexuales traumáticas
- Falta de autoconocimiento corporal
- Desequilibrio hormonal o efectos de algunos medicamentos
- Problemas en la relación de pareja
¿Qué puedo hacer si me pasa?
Primero: no estás sola ni solo. Lo importante es pedir ayuda profesional, hablarlo con respeto en pareja si aplica, y trabajar en el propio bienestar sexual y emocional. La terapia sexual, el mindfulness, el autoconocimiento y la educación sexual son grandes aliados.
Hablar de sexualidad con respeto y sin culpa es clave para el bienestar integral. Por eso, ofrecemos cursos con especialistas como Rodrigo Jarpa que abordan estos temas desde la ciencia, la empatía y la experiencia, para ayudarte a reconectar contigo y vivir tu sexualidad sin miedos.















