La pornografía está a solo un clic de nuestro alcance. Hay millones de páginas con contenido listo para ser encontrado en segundos, y ser consumido por horas y horas. Estamos totalmente expuestos , pero, ¿cuáles son los efectos de la pornografía en nuestra vida sexual?
“Tenía 12 años cuando miré por primera vez una orgía”
Esa fue la declaración de Neelan Tailor, quien consumió pornografía todos los días hasta los 16 años y llegó a confesar en un reportaje de la BBC:
“Creo que el porno te desensibiliza. Hay un momento, cuando empiezas a ver cosas más violentas, en que ya no hay muchas cosas que te sorprendan”

Cerca de 53% de los jóvenes entre 11 y 16 años han sido expuestos a contenido pornográfico explícito.
Estudio de la Universidad Middlesex, 2016.
Al respecto, nuestro experto e instructor, el Psicólogo y autor del libro: ”Me aburrí del sexo”, Rodrigo Jarpa, explica que a los 9 años, los niños llegan a material pornográfico de forma accidental y a los 11 años en promedio, lo buscan intencionalmente.
Y es que con el fácil acceso a internet y la rapidez de las conexiones, claramente es una tarea muy sencilla. Además, el anonimato que hay detrás de la pornografía y la inmensa cantidad de contenido disponible, lo convierten en una actividad altamente consumida y adictiva.
Para que te des una idea, el sitio Pornhub tuvo en el 2019 alrededor de 42 billones de visitas, lo que se traduce en un aproximado de 115 millones de visitas diariamente. Ojo, en un solo sitio.
¿Y cuáles son los efectos de la pornografía en tu vida sexual?
Muchos estudios hay al respecto pero poco se comenta sobre lo que puede significar para la sexualidad de una persona el alto consumo de pornografía. Así que aquí, conocerás algunos de sus efectos más notorios:
Disfunción sexual:

Una reciente investigación (julio del 2020), llevada a cabo por la Asociación Europea de Urología (EAU por sus siglas en inglés) y expuesta en un congreso virtual, mostró que el alto consumo de pornografía se asociaba con el aumento de disfunción eréctil. Fue particularmente evidente en los hombres menores de 35 años, a quienes les costaba mantener una erección por el tiempo normal.
Alteración del circuito de recompensa

Tu sistema de recompensa tiene un limitador biológico que nos da la señal de que ya está satisfecho. Por ejemplo, cuando te comes tu pizza favorita, lo haces con mucho gusto pero siempre llegas a un punto en el que dices “ya no puedo más”.
Esta misma situación no pasa en cuanto a la pornografía, acá funciona distinto, pues cuando no tienes una fuente externa que te haga parar, como ser consciente de que tienes alguna actividad pendiente por hacer, o que debes ir a comer, te hace seguir de largo por horas y horas sin siquiera notarlo.
La falta de efectividad de este limitador biológico y un sistema de recompensa cada vez más exigente y buscando novedades, puede derivar en la adicción a la pornografía.
Esta alteración en tu sistema de recompensa, además te hará sentir ansiedad, estrés, falta de empatía, cambios rápidos de humor o incluso dificultad para concentrarte en una tarea y por supuesto, menos ganas de socializar.
Esto nos deja ver que los efectos de la pornografía, podrían abarcar y alterar varios aspectos de nuestra conducta frente a la vida. Por ejemplo, algo tan importante como la toma de decisiones.
Cambio y plasticidad en la forma de concebir el sexo:

Para nuestro especialista, Rodrigo Jarpa, este es un punto clave de los efectos negativos de la pornografía.
En una película pornográfica, las mujeres tienen un cierto estereotipo, suelen prácticamente idolatrar el pene del hombre, muestran un nivel de excitación poco realista sin ser siquiera estimuladas, los hombres tienen penes gigantescos que pueden permanecer erectos por mucho tiempo, las personas no se miran, no hay interacción y… no pasa nada más que en los genitales.
Y podríamos seguir agregando acciones, comportamientos, modos, estándares y escenas poco realistas pero muy recurrentes, que seguramente también has notado si has consumido contenido pornográfico.
Y es por esto, que se dice que hay una plasticidad en el sexo que no es lo real, ni lo natural, ni cómo debe ser. En el curso de Sexualidad para Topclass, Rodrigo, dedica una clase entera para abordar este tema si quieres profundizar aún más en esto.
Es importante mencionar que los efectos y las situaciones derivadas de estos, son producto de la adicción a la pornografía.
Podría parecer exagerado, pero varios estudios y científicos comparan la adicción a la pornografía con el abuso de sustancias.
¿Cómo se llega a ser adicto a la pornografía?
Lo que sucede, explica nuestro instructor, Rodrigo Jarpa, es que el cerebro responde a los estímulos sexuales liberando a un poderoso neurotransmisor llamado dopamina, que genera la sensación de placer.
Entre otras cosas, se asocia con el sistema de recompensa del cerebro, que actúa también en la programación de recuerdos e información, pudiendo decidir qué experiencias son agradables y cuáles no. Pero este amigo no es el encargado propiamente de brindar placer, lo que sí hace es decirte de qué forma puedes conseguirlo fácil y rápidamente, es como si te diera un atajo.
Ahí es cuando sin darte cuenta, tu cerebro se va configurando de modo que cada vez te sea más necesario el mirar pornografía y quieras volver a experimentarlo.
¿Cuáles son las señales de adicción a la pornografía?

Cuando la pornografía comienza a hacerse un problema de adicción, una primera señal es el deseo o la preocupación por obtener esa experiencia.
Comienzas a sentir ansiedad, estrés, menos ganas de relacionarte, y comienzan a aparecer elementos desencadenantes que te hacen sentir la necesidad de consumir pornografía, como por ejemplo, el tiempo que llevas sin ver.
Otro factor que comienza a ser frecuente es la pérdida de control. Sí, sabemos que puede parecer exagerado. Pero lo cierto es que la exposición constante a este contenido, hará que en tu cerebro se modifique el ya mencionado, sistema de recompensa, y que cada vez necesite más y más para poder satisfacerse.
En este sentido, esa primera búsqueda que hiciste ya no te hará sentir tanto placer, comienzas a sentir que necesitas algo más novedoso y más intento.
La última alarma de que algo no está yendo bien, es que comienzas a experimentar sus efectos negativos a nivel físicos, psicológico, o sociales como los que ya te explicamos antes.
¿Es todo malo acerca de la pornografía?
¡Para muchos especialistas no! De hecho, hay quienes afirman que mirar pornografía a veces puede ser muy útil para ayudarte cuando sientes algún tipo de ansiedad o prejuicio acerca de tus propia sexualidad. Incluso, podría mejorar la intimidad si se ve en pareja en una condición de mutuo acuerdo.
Pero es importante tener presente esta información de la que no se habla tanto ahí afuera, para que puedas hacerte cargo de tu sexualidad y la forma en que consumes material sexual sin que te afecte negativamente.
Es vital que tú tengas el control y puedas ser capaz de decidir y disfrutar mucho más placer no solo sexualmente hablando, sino también poder encontrarlo en las pequeñas cosas de la vida, como tomar un café con amigos, o tomar la mano de esa persona especial.
Si te gustó este artículo, compártelo, déjanos tus comentarios y por supuesto, si quieres adentrarte más en este tema para vivir una sexualidad plena y placentera, te recomendamos el curso de Sexualidad con Rodrigo Jarpa.